Desde los encantadores pueblos de montaña hasta un mar claro y cristalino, Abruzzo es el destino perfecto para unas vacaciones tranquilas y sostenibles. En este artículo te proponemos 5 itinerarios verdes para descubrir Abruzzo de forma slow, disfrutando de paisajes poco conocidos, bellezas ocultas y productos locales, todo ello respetando el medio ambiente.
Entre las cumbres de los Apeninos y las aguas del Adriático, Abruzzo ofrece una naturaleza pura y auténtica, ideal para desconectar, explorar y dejarse sorprender. A lo largo de estos recorridos, pasarás por algunos de los pueblos más bonitos de Italia, saboreando la excelencia de su gastronomía local. Aquí tienes 5 itinerarios ecológicos en Abruzzo para recorrer sin prisas, a pie o en bicicleta, y descubrir algunos de los paisajes más sugerentes de la región.
1. La Costa de los Trabocchi por la Vía Verde

Uno de los 5 itinerarios ecológicos que no te puedes perder en Abruzzo es la Vía Verde. Se trata de un carril bici que se extiende a lo largo de uno de los tramos más asombrosos de la costa de Abruzzo, la Costa de los Trabocchi. Pedaleando podrás admirar los colores del mar y los típicos “trabocchi”, unas estructuras de madera sobre el mar que antiguamente se usaban para la pesca.
Desde San Vito comienza un tramo muy atractivo de la Vía Verde. De hecho, tras cruzar la antigua estación de San Vito, se atraviesan tres pequeños túneles que cruzan el Promontorio Dannunziano. Además, las vistas de este promontorio evocan las sensaciones que inspiraron al gran poeta italiano Gabriele D’Annunzio durante sus estancias en la zona.
Esta parte de la Vía Verde es quizá la más impresionante de todas. Se atraviesan varias reservas naturales y se pueden admirar hasta 16 “trabocchi”. A lo largo de esta ruta, el camino es perfecto, colorido y alejado del tráfico. Por eso, este tramo del carril bici es ideal para todos.
2. Un corazón en el Parque Nacional de Abruzzo, Lacio y Molise

¿Sabías que en Abruzzo hay un lago con forma de corazón? Se trata del Lago di Scanno, situado en el Parque Nacional de Abruzzo. Para apreciar su forma hay que recorrer el llamado “Sendero del Corazón”, un camino que, en aproximadamente una hora, te lleva al mirador más bonito del lago. Se trata de un efecto visual: visto desde ciertos puntos panorámicos, el lago parece tener forma de corazón. En realidad, su forma es irregular y recuerda vagamente a una campana.
Después de la excursión, merece la pena visitar Scanno, conocida como la perla de Abruzzo. Este es uno de los pueblos más bonitos de Italia, un verdadero tesoro arquitectónico y urbano. Es famoso por la producción de filigrana y encaje de bolillos. Sus iglesias, callejuelas, rincones pintorescos y palacios señoriales hacen que sea un lugar encantador para pasear. Además, una curiosidad: todavía es posible ver mujeres vistiendo el traje tradicional.
¿Quieres que tu viaje sea más sostenible? Puedes alojarte en alguno de los alojamientos ecológicos de Ecobnb. El Palazzo de Scanno es ideal para un viajero moderno que desea sumergirse en la cultura, tradiciones y arte del pueblo. Mientras que quienes busquen tranquilidad y contacto con la naturaleza pueden optar por la bio-granja Valle Scannese da Gregorio, donde se sirve comida casera preparada al estilo de antaño.
3. Uno de los pueblos más bonitos de Italia en el Parque Nacional del Gran Sasso y Montes de la Laga

Santo Stefano di Sessanio es uno de los pueblos más bonitos de Italia. Pasear por sus calles empedradas es como retroceder en el tiempo y dejarse maravillar por paisajes de gran belleza. Es el lugar perfecto para vivir una experiencia auténtica y especial. Tras el terremoto de 2009, el pueblo experimentó una importante recuperación y, con el tiempo, se ha convertido en un destino cada vez más popular.
Se accede al centro histórico por la Porta Medicea, que marca la entrada al casco antiguo. En lo alto del pueblo se encuentra la Torre Medicea, símbolo de Santo Stefano di Sessanio, que antiguamente servía como torre de vigilancia.
No puedes marcharte sin probar sus famosas lentejas, un producto de presidio Slow Food, cada vez más escaso y difícil de encontrar.
Además, desde Santo Stefano di Sessanio puedes disfrutar de excursiones y actividades al aire libre como paseos a caballo, rutas de senderismo con burros o recorridos en canoa por el río Tirino. A pocos kilómetros también puedes visitar el Castillo de Rocca Calascio, considerado uno de los 15 castillos más bellos del mundo y escenario de varias películas.

Todo el pueblo ha sido restaurado y transformado en un Albergo Diffuso, el Sextantio, lo que significa que las habitaciones se han recuperado de antiguas casas repartidas por las calles del casco histórico, con el objetivo de ofrecerte una experiencia auténtica. Además, el alojamiento propone actividades locales para conectar aún más con el entorno y la cultura del lugar.
4. Fara San Martino, en lo más profundo del Parque Nacional de Majella

Fara San Martino se encuentra en pleno Parque Nacional de la Majella y es conocida como el pueblo del agua y la capital de la pasta. Muy cerca del centro del pueblo, entre montañas y vegetación, brotan las fuentes del río Verde, un entorno ideal para disfrutar de áreas de picnic y admirar la pureza de sus aguas cristalinas, que desde hace más de 100 años son la materia prima para la elaboración de las pastas De Cecco y Delverde.
A solo dos minutos en coche puedes visitar también las impresionantes Gargantas de Fara San Martino, conocidas como la Petra d’Abruzzo. En este entorno natural, de gran belleza y aún virgen, se pueden recorrer los restos de un antiguo monasterio descubierto en el siglo XIX.
5. Borgo Universo en el Parque Regional Sirente-Velino

En Aielli, un precioso pueblo medieval en la provincia de L’Aquila y uno de los núcleos más altos de la zona de Marsica, el arte y la naturaleza se encuentran en perfecta armonía. Este lugar ha sido transformado en un auténtico museo al aire libre: en sus calles se pueden contemplar 26 murales creados por reconocidos artistas urbanos de todo el mundo.
Paseando por el pueblo, podrás visitar la famosa Torre de las Estrellas, un observatorio astronómico equipado, y perderte entre las líneas del libro Fontamara de Ignazio Silone, que decoran algunos de sus muros. Al salir del pueblo, te espera la belleza del Parque Regional Sirente-Velino.
A pocos minutos encontrarás una excursión muy especial: la ruta por las Gargantas Aielli-Celano, un impresionante cañón natural con paredes que alcanzan los 200 metros de altura.
¿Qué estás esperando para dejarte sorprender por las maravillas de estos itinerarios verdes en Abruzzo?