Hay rutas que no solo se recorren, sino que se viven. La Vía Verde de la Sierra, en el sur de España, es una de ellas: una experiencia cicloturista que atraviesa antiguos paisajes ferroviarios, gargantas de vértigo y pueblos blancos cargados de historia. Un viaje pausado, entre olivares, túneles, viaductos y naturaleza salvaje.
Un recorrido entre dos pueblos blancos
La Vía Verde comienza en Puerto Serrano, donde una antigua estación rehabilitada acoge al visitante con servicios, alquiler de bicicletas y un restaurante. Desde allí, el trazado avanza suavemente siguiendo el curso del río Guadalete, escoltado por vegetación de ribera y la silueta de suaves colinas. A medio camino, en la estación de Coripe, encontrarás otro punto de descanso, ideal para hacer una pausa, comer algo o incluso alojarte.
El viaje culmina en Olvera, uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Cádiz. Su castillo y su iglesia barroca, encaramados sobre la roca, coronan la estampa perfecta de final de ruta. Pero lo mejor, como siempre, no es la meta, sino el camino.


El Peñón de Zaframagón y el vuelo de los buitres
Uno de los momentos más mágicos de la ruta es el paso junto al Peñón de Zaframagón, una impresionante formación caliza declarada Reserva Natural. Aquí se encuentra una de las colonias de buitres leonados más grandes de Europa. Si llevas prismáticos, detente un instante y alza la vista: verás cómo los buitres planean entre las corrientes térmicas, ajenos al paso lento de los ciclistas.
Muy cerca se encuentra el Observatorio de Zaframagón, instalado en una antigua estación, donde paneles informativos y cámaras en directo te permitirán conocer mejor a estas aves majestuosas sin perturbar su hábitat.


Túneles, viaductos y sorpresas en el camino
A lo largo de la Vía Verde se atraviesan 30 túneles, muchos de ellos iluminados, y se cruzan 4 viaductos, como el de Navaluenga o el de Zaframagón, que regalan vistas espectaculares. Este antiguo trazado ferroviario fue diseñado a principios del siglo XX para unir Jerez y Almargen, pero nunca llegó a funcionar como línea de tren. Hoy, reconvertido, se ha transformado en un ejemplo de reutilización sostenible del patrimonio.


Cómo llegar y qué tener en cuenta
Puedes comenzar la ruta tanto en Puerto Serrano como en Olvera, donde hay zonas de aparcamiento y estaciones con servicios. Si viajas desde Sevilla, la opción más cómoda es llegar en coche (unas 1h 20 min hasta Puerto Serrano). Desde Cádiz, la conexión hasta Olvera es similar. No hay transporte público directo a los puntos de inicio, aunque algunos alojamientos rurales ofrecen servicio de recogida.
El recorrido es mayoritariamente llano y bien señalizado, con una ligera pendiente si se hace en sentido Puerto Serrano-Olvera. Está acondicionado con firme de tierra compactada o asfalto en buen estado, apto para bicicletas de montaña, híbridas o incluso para caminar.
Alquiler de bicicletas y servicios
En ambas estaciones de inicio encontrarás alquiler de bicicletas, incluyendo opciones eléctricas. Algunos alojamientos en ruta también ofrecen bicis a sus huéspedes. Además, existen áreas de descanso, fuentes y zonas de picnic, lo que permite disfrutar de la vía sin prisas.

Mapa de la Vía Verde de la Sierra
Para planificar tu recorrido con más detalle, puedes consultar el mapa oficial de la Vía Verde de la Sierra , donde encontrarás todos los puntos de interés, servicios y características del trazado.

Lo que dicen quienes ya la han recorrido
“Una experiencia preciosa, perfectamente señalizada y con paisajes que enamoran. Recomiendo hacerla en primavera, cuando todo está verde y los buitres sobrevuelan cerca del Peñón.”
– Cristina G. (reseña de Google)
“Hicimos la ruta en familia desde Puerto Serrano a Olvera y fue una delicia. Túneles, puentes, paradas para ver aves… ¡Ideal para una escapada diferente!”
– Luis y Marta (reseña de Wikiloc)
Una vía para reconectar
La Vía Verde de la Sierra no es solo una ruta ciclista. Es un viaje por la historia y la geografía del sur peninsular, una oportunidad para reconectar con la tierra, con el silencio y con una forma más lenta y profunda de moverse. Y eso, en los tiempos que corren, es algo que vale oro.
Foto de portada: imagen de El Pantera vía Wikimedia