Una granja biológica inmersa en el verde de los prados, para apreciar la naturaleza incontaminada en Sciolze, entre las colinas del primer Monferrato, en la provincia de Turín. Las habitaciones son amplias e inmersas en el campo, equipadas con baño privado y entrada independiente. Los huéspedes tienen acceso a un restaurante, un jardín, WiFi gratuita en las zonas comunes, aparcamiento gratuito y diversos itinerarios de ciclismo y ecoturismo.

I Conti della Serva se encuentra a 10 minutos en coche de Rivalba y a 25 km de Turín.

A las parejas les gusta especialmente la ubicación: la calificaron con un 9,0 para un viaje de dos personas.

El restaurante de la casa rural abre sólo los sábados por la noche y los domingos al mediodía y ofrece una cocina genuina y refinada basada en productos de la huerta.

Las 3,5 hectáreas de terreno de nuestra empresa están organizadas como una antigua granja donde la huerta, el huerto y el colmenar conviven con la dehesa, el bosque y las especies espontáneas creando un espacio natural en armonía con el paisaje donde nuestros huéspedes pueden pasear y estar en contacto con la naturaleza.

La empresa y el colmenar se gestionan según métodos de agricultura ecológica, es decir, sin uso de herbicidas, pesticidas ni fertilizantes químicos, respetando la naturaleza y la biodiversidad.

Los productos de la huerta y del huerto son la base de nuestra cocina rural y también se transforman directamente en la finca con métodos artesanales según recetas tradicionales.

Para promover las ideas en las que creemos, nos hemos unido a la asociación WWOOF, que ofrece un intercambio en igualdad de condiciones con jóvenes de todo el mundo que encuentran con nosotros hospitalidad y un ejemplo de vida eco-sostenible a cambio de colaborar en las actividades de la empresa.

NUESTRA ECOHISTORIA:
Cuando en 2001 vimos por primera vez Cascina Roletto, situada a mitad del Aprà di Cinzano, comprendimos inmediatamente que estábamos ante algo único.

La casa abandonada parecía haber conservado el tiempo que la había visto surgir y expandirse y que había transcurrido junto a ella, dejándola casi inalterada en sus características principales.

La idea de abrir una posada para turistas ya estaba en nuestros planes pero fue el ambiente del lugar lo que se transformó en el sueño de compartir la casa con amigos de la infancia, reiniciar una granja, producir miel, mermeladas y conservas.

Hoy, años después, tras la reforma de la casa, el nacimiento de un hijo y sobre todo gracias a la ayuda y apoyo fundamental de nuestros padres y de quienes creyeron en nosotros, ese sueño te abre sus puertas también a ti.