ESCRÍBENOS SÓLO CUANDO REALMENTE HAYAS DECIDIDO RESERVAR CON NOSOTROS, ¡GRACIAS!
En Vibonati, sobre una colina con vistas al mar, un antiguo club de jazz del Cilento fue redescubierto en 2004 por Amedeo que con los años lo ha convertido en un lugar de reposicionamiento existencial y económico, dejando la ciudad y comenzando una nueva vida de urbanidad, superando la antigua dicotomía ciudad/campo.

Desde el Casale se puede ver el mar en primer plano y la vista abarca desde el pueblo medieval de Vibonati a lo largo del mar Tirreno y hasta Sicilia en los días claros. Por este motivo las dos salas están dedicadas a los dos volcanes que se cortan en el horizonte: el Stromboli y el Etna.

Decidimos acoger a unas cuantas personas a la vez, dedicándonos a ellas de una manera especial: dos habitaciones en un B&B y un mini-apartamento.

Las habitaciones Stromboli y Etna, luminosas con grandes ventanales, independientes entre sí y ambas independientes del resto de la casa, cada una con su propio baño completo con todas las comodidades y ventanas con mosquiteras.
Cada habitación dispone de una mini nevera con mini congelador y ambas tienen vistas a una terraza también panorámica y refrescada por una gran pérgola de uvas fresas. Cada habitación tiene 20 m2 (y cada baño 3 m2) y puede alojar cómodamente a 3 o 4 personas (una cama doble con una litera más una cama plegable adicional).

Ambas habitaciones tienen vistas al mar y están orientadas al sur, frescas en verano y cálidas en invierno, tranquilas y con calefacción independiente garantizada por un radiador de pared de 1,80 m de altura.

También ofrecemos Casa Salina, un mini-apartamento de 40 m2 más dos espacios exteriores, independiente en estilo mediterráneo y totalmente equipado, vista al mar, independiente y con baño privado, completo con cocina equipada y amplia terraza panorámica. Para 4 personas o máximo una familia con 3 niños.

Por último, en las buenas estaciones dedicamos una pequeña solución de agro-camping a quien viaja despacio, a los ciclistas y caminantes y a los enamorados que quieren dormir bajo un alcornoque entre viñas y con vistas al mar en un auténtico "nido" independiente del Casale.
El mini-bungalow fuera de la red está hecho completamente de madera, para dos personas con una terraza panorámica hecha de bambú y con mesa, tumbonas, hamaca en el árbol y sillas.
Se proporciona electricidad externa y luces de camping, con lámpara solar y colchones muy cómodos cubiertos con un dosel mosquitero.
El baño está separado de la Casina y se encuentra a 5 metros y es propiedad exclusiva de la Casina.
La ropa de cama y el desayuno están incluidos en el precio y, previa solicitud, también se puede reservar una cena orgánica en la terraza principal bajo la pérgola de uva fresa.