Entre las ondulantes colinas que rodean Gubbio, Ina•Maka (Madre Tierra en lengua Lakota) es un refugio que abraza la tranquilidad y la belleza de la naturaleza. La vista a las montañas y a la ciudad ofrece momentos de auténtico encanto, mientras que el silencio solo se ve interrumpido por los sonidos del bosque y los animales que lo habitan. A pesar de estar inmerso en el campo, el alojamiento se encuentra a solo veinte minutos del centro de Gubbio y a menos de una hora de Perugia y Asís.

Los huéspedes comparten el espacio con dos perros, tres gatos y algunas gallinas, lo que hace que el ambiente sea aún más familiar y acogedor. Se admiten mascotas, con la recomendación de acordar su presencia con antelación para garantizar una estancia tranquila para todos.

El desayuno buffet (solo para las dos habitaciones) es 100% vegano, elaborado con ingredientes locales y de temporada, y se puede disfrutar en el amplio salón interior o al aire libre, con vistas al paisaje de Umbría. Café, infusiones (también caseras), leches vegetales y yogures, pasteles caseros, galletas, pan, crema de cacahuete, mermeladas, conservas (también caseras), fruta fresca, frutos secos, cereales, muesli, hummus de garbanzos y otros productos según la temporada.

Se accede a la casa a través de un corto tramo de camino de tierra en subida, transitable con vehículos normales.

Ina•Maka nació como un proyecto de vida sostenible que aplica los principios de la permacultura, con el objetivo de restablecer un auténtico equilibrio entre el ser humano y el medio ambiente. El enfoque ecológico se refleja en el cuidado de la vegetación, que crece espontáneamente para fomentar la biodiversidad.

La estructura funciona con energía solar gracias a un sistema fotovoltaico que proporciona electricidad y agua caliente. Las aguas residuales se depuran de forma natural y se reutilizan para el huerto y el bosque de alimentos. El agua de lluvia también se recoge y se trata para integrarla con la del pozo, garantizando así un uso responsable de los recursos.

Nada se deja al azar: cada detalle refleja el compromiso con un estilo de vida respetuoso con el planeta, con objetos recuperados y reutilizados de forma creativa, según los principios de las tres R (Reducir, Reciclar, Reutilizar). Ina•Maka no es solo un lugar para dormir, sino una experiencia que invita a relajarse y a encontrar un auténtico contacto con la naturaleza.