- Duración del viaje: Aproximadamente 3 horas
- Dificultad: facil
- Porque nos gusta: Porque combina naturaleza virgen, belleza escénica y un potente mensaje ecológico. Caminar de Luserna al Lago de Lavarone es como entrar en una historia viva de biodiversidad alpina. Este es un camino que no tiene prisa: te invita a observar, hacer pausas y sentir. Cada paso revela una nueva historia: una flor silvestre, una planta medicinal, el zumbido de una abeja trabajando en silencio.
- Distancia: 12 km
- El monto total de la ganancia: 415 m
- Trayecto del viaje: a pie, en bicicleta de montaña o en e-bike
- Coste: 0 €
- Nuestro consejo: La mejor época para ir es en primavera o a comienzos del verano, cuando los prados están en flor y los bosques llenos de aromas. Lleva calzado cómodo, agua y quizás unos binoculares para observar insectos y aves. Camina despacio, escucha, observa y respeta la naturaleza: mantente en los senderos marcados y evita recoger flores o plantas. Si puedes, viaja de forma sostenible utilizando transporte público o compartiendo coche. Pero sobre todo: recorre el camino con una actitud de asombro.


Este tramo del Camino de las Abejas – Bee Trek es una invitación a reducir la velocidad y dejarse sorprender.
El Jardín de las Abejas de Luserna
La ruta comienza en Luserna, uno de los pueblos más auténticos de Alpe Cimbra, donde aún se habla el antiguo dialecto cimbro—similar al alemán—y el tiempo parece pasar más lentamente.

Justo aquí, bajo el centro histórico, se encuentra el Jardín de las Abejas de Luserna, un área de 500 m² orientada al sur, donde crecen plantas autóctonas como epilobio, barba de cabra, frambuesa y tomillo precoz. Aquí la naturaleza es la protagonista: libre, resistente y sorprendente. Este jardín lineal sigue un sendero peatonal ya existente y narra el diálogo armonioso entre el ser humano y los polinizadores.
Desde el pueblo, el sendero se adentra en bosques alpinos, donde hayas, alerces y abetos se alternan creando un juego de luz y sombra. En primavera y verano, el sotobosque se llena de hierbas y flores silvestres: un refugio ideal para abejas, mariposas y otros insectos.
La ruta cuenta con carteles interactivos pensados para que la experiencia sea educativa y divertida, especialmente para los niños: cuestionarios, curiosidades, preguntas y consejos sobre cómo contribuir a la protección de la biodiversidad, paso a paso.
El Museo de la Miel
En el camino se llega al corazón del proyecto Bee Trek: el Museo de la Miel de Lavarone, a pocos pasos de la carretera principal. Aquí, la historia de la apicultura cobra vida a través de una colección de más de 2.000 objetos, como colmenas antiguas, panales naturales, herramientas tradicionales y libros raros. Es un lugar que narra la vida de las abejas y su profundo vínculo con el ser humano.

En el exterior, el Jardín de las Abejas del Museo es un espacio vital diseñado para favorecer a los polinizadores: tilo, cerezo, endrino, rosa silvestre, cornejo y cerezo cornalina se alternan para asegurar una floración prolongada y funcionalidad ecológica.
El Jardín de las Abejas del Lago de Lavarone
La parte final del sendero conduce suavemente al Lago de Lavarone, una de las joyas alpinas de Trentino, enclavado entre bosques. Aquí, el Bee Trek alcanza uno de sus momentos más poéticos: el Jardín de las Abejas del Lago. Construido sobre los escombros dejados por la tormenta Vaia, el jardín sigue una forma inspirada en la “danza del ocho” de las abejas, mediante la cual comunican la dirección y distancia de las fuentes de alimento.